miércoles, 16 de febrero de 2011

CUERPO Y CULTURA


El masaje milenario nos guía a la comprensión de que nuestro cuerpo físico y la naturaleza constituye la comunidad de la parte con el todo. Sus leyes rigen el conjunto de las relaciones cósmicas a través de las fuerzas denominadas activas y pasivas.

Ellas designan la bipolaridad con que la inteligencia humana es capaz de ordenar el mundo, las fuerzas masculinas y las femeninas, lo frío y lo caliente, lo grande y lo pequeño…
Nos encontramos ante una disciplina enfocada hacia la salud del ser humano inscrito en su medio, probada desde la antigüedad más remota.

Posee diversas técnicas manuales dirigidas a necesidad por el terapeuta, quien necesariamente ha de conocer la anatomía energética, dependiente de los circuitos que conducen y distribuyen la energía total del cuerpo, sus puntos y su aplicación.

La condición fundamental del masaje es el contacto, no se trata, sin embargo, de una manipulación rutinaria del cuerpo, consiste ante todo en la observación y escucha de los síntomas que acompañan a cada persona en su presente particular, en la comprensión de su conflicto anímico o físico situados en la existencia diaria y en su adecuado tratamiento.

Tanto la cultura como el individuo, pueden muy bien reconocerse a través de las formas, lenguajes y costumbres que manifiestan con el cuerpo  o a través de las actitudes y reacciones con que abordamos el placer y la dolencia.

Más que un conjunto de signos y de síntomas opuestos a nuestro anhelo de bienestar, el sufrimiento es la voz por excelencia de una cultura enferma, y nuestro dolor corporal es el modo que tiene la naturaleza en nosotros de avisarnos cuando no estamos haciendo lo correcto…

Por desgracia, el malestar psicofísico que a partir de sí mismo denuncia la enfermedad, se refuerza con enfoques curativos que pretenden la supresión del dolor a cualquier precio, dirección equívoca, pues, a cualquier precio, el dolor acallado se hará escuchar.

El miedo, la ansiedad, la tristeza, la rabia, la exaltación, la angustia, el nerviosismo, la depresión, cuando se vuelven consuetudinarios, tienen su raíz no sólo en la batalla de la cotidianeidad, sino también en la vulnerabilidad del sistema energético sutil.
La desatención a estas perturbaciones emocionales producirá con el tiempo la enfermedad del cuerpo físico.

Cada individuo es lo que la historia total de la humanidad ha acumulado en su cuerpo particular,  una mujer o un hombre en un momento específico del tiempo.
 Ninguno de nosotros es la excepción, la naturaleza nos ha concebido como cuerpos, pero la cultura ha engendrado una mente compuesta de creencias, certezas, ideas, prejuicios, valores y fines.

 Así como la tierra es ahora un planeta enfermo a causa de la sola y única acción humana equivocada, nuestro cuerpo padece los estragos de mil modos de pensamiento y acción enfermos a través de los siglos.

El mundo y sus conflictos están, por lo general, fuera de nuestro alcance directo, por mucho que lamentemos las trágicas situaciones que a diario acontecen,.. Nuestra acción, en la mayoría de los casos, está restringida al mínimo.

 ¿Por qué, pues, no actuar dentro de ese mínimo, pero con la responsabilidad con que desearíamos ver afrontados los problemas del mundo? 

Nadie puede coartar esa libertad,… porque la tarea de vivir consiste en asumir la existencia del cuerpo, con todo lo que este integra, resume, y la inmensa magnitud de la que es soporte.

Somos la parte del mundo que nos ha sido directamente encomendada, y hasta hoy nos hemos mantenido por fuera de ella, esperando que otros nos digan qué hacer.         

El cuerpo es nuestro gran desatendido y la clave de nuestras enfermedades se encuentra en esa indiferencia, el camino a su reintegración es darnos a nosotros mismos la salud por volver a contactarnos con el… y el masaje es un contacto sanador.

domingo, 13 de febrero de 2011

EL MASAJE


Para innumerables afecciones la medicina holistica, desde sus más antiguos inicios, ha utilizado el masaje con fines terapéuticos.
La técnica consiste básicamente en un masaje general, que se basa en el uso de distintos puntos localizados sobre el cuerpo donde se manifiesta el dolor, la hinchazón y los bloqueos de los tejidos nerviosos y musculares.
Aprovechamos los beneficios de este masaje tan sencillo como eficaz como tratamiento ideal para conseguir un bienestar general o hacer frente a trastornos específicos como jaquecas, vértigos, dolor de espalda y en las piernas, (falta de energía), dolores reumáticos, contracturas, lumbalgias etc.
La peculiaridad de una medicina integral es la multifacética aproximación a la salud, que sus practicantes han adoptado desde sus propios orígenes.
Más que atacar una enfermedad, como una forma simple de tratamiento, los métodos ancestrales prefieren tratar al paciente de forma individualizada y ecléctica usando terapias de soporte naturales
El poder del masaje ha cumplido una función tan importante a través de los años, que hoy en día, se complementa como apoyo de cualquier terapia convencional, en el sentido de potenciarla y llevarla a buen puerto.
Son la interacción de dos fuerzas antagónicas, a su vez complementarias y que interactúan para mantener el equilibrio, este sistema de masaje permite no solamente equilibrar a la persona tratada, sino también activar la autocuración.
Su aplicación regular permite crear mecanismos de autodefensa y aumentar la resistencia contra la enfermedad, porque estimula la circulación, armoniza el sistema nervioso y normaliza el funcionamiento de los órganos.
Es beneficioso contra insomnio, cefaleas, para mareos, contracturas, tortícolis, trastornos digestivos, hepáticos, estreñimiento, diarreas, lumbalgias, mejora la potencia sexual y armoniza el riñón.
Actúa potenciando la circulación, mejora el funcionamiento del hígado y causa un efecto de relajación general, además de regular órganos internos.
La terapia tiene como objetivo principal, hacer que fluya de nuevo la energía vital estacionada en nuestro cuerpo.
Cualquier persona puede beneficiarse con este tipo de masaje, sin embargo está especialmente recomendado para personas con crisis energético-emocionales ya que fortalece, calma, agiliza y relaja.
Para las mujeres es sumamente beneficioso en muchos aspectos especialmente antes y después de los periodos menstruales, para recuperar la armonía energética. También se recomienda, después del parto porque ayuda a recuperar la perdida de energía vital.
El gran poder sanador de nuestras técnicas radica en la importancia que prestamos a la columna vertebral como eje sustentador y centro del equilibrio del que parten todos los conflictos físicos y emocionales, es el eje que nos conecta desde la tierra al cielo y de vuelta a la tierra, actuando sobre los centros vitales, actuamos sobre lo total.
Esta especialmente indicado entonces para personas que padezcan trastornos que partan de la columna, lumbares o cervicales, hernias de disco, pinzamientos y afecciones que repercutan en el nervio ciatico,…
En fin se podría definir esta terapia diciendo que, cuando no cura la afección en su totalidad, por lo menos reduce sus efectos nocivos en un porcentaje tan apreciable que nos hace valorar sus efectos y catalogarla como uno de nuestros bienes mas preciados…

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Comencé mi practica de masaje hace veinticinco años, cuando los hilos del destino me contactaron con el que habría de ser, maestro en el arte milenario, un anciano con muchísimos mas logros prácticos que académicos y heredero de una antiquísima tradición.

Por ese entonces, todavía no eran muy populares las medicinas alternativas y la mayoría de las corrientes que ahora se describen como formando parte de esa categoría, eran miradas con desconfianza.

Por lo tanto los éxitos concretos en cuanto a la cura de las enfermedades eran la única moneda de cambio para la supervivencia de una practica no englobada dentro de los canones aceptados como ortodoxos en ese entonces.

La ventaja que tenemos en la actualidad radica, entre otras cosas, en la apertura que se esta originando y en la inclusividad de toda clase de terapias por la necesidad propia del ser humano de nuestro tiempo, que ya no se conforma con los deshumanizados  medios que nos ofrecen los métodos convencionales de medicina…

La desventaja es que su popularización y falta de contacto con fuentes auténticamente tradicionales, lleva al espejismo de una moda, en que la falta de conocimiento y el entusiasmo hacen proliferar movimientos masivos en donde la superficialidad y la improvisación sustituyen a lo profundo y efectivo.

Como en un barril al que se le arroja un vaso de vino, el conocimiento se diluye en la multitud y pierde su sabor original. No obstante, como siempre sucede, por más que los tiempos cambien y traigan aparejadas las modas eclipsantes, el ser angustiado por la enfermedad y el dolor no se deja engañar cuando su mal es concreto…ningún paliativo por mas sugestivo que se presente reemplaza a la medicina que apunta al ser en su raíz.

Y hoy, como siempre, la real moneda de cambio seguirá siendo el éxito o el fracaso en la terapia. Nada hay tan autentico como el valor de una medicina. Si es realmente sanadora, entonces perdura en el tiempo, cinco mil años de supervivencia en uno de los pueblos mas prácticos del mundo así parecen demostrarlo…